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La colofonia toma su nombre de la antigua ciudad jónica de Colofón, que hoy estaría situada en Turquía. En la antigüedad, allí se elaboraba una colofonia de muy buena calidad que se quemaba con fines medicinales y mágicos (fuente: Petzkolophonium).
Existen resinas colofonias de diferentes orígenes y calidades. En 2018, Indonesia con 84 mil toneladas, Brasil con 83 mil toneladas y China con 47 mil toneladas, fueron los mayores exportadores de colofonia y ácidos resínicos. La UE fue, con 83 mil toneladas, el mayor importador del mundo en 2018. La siguen China con casi 70 mil toneladas y la India con aproximadamente 42 mil toneladas. (Fuente: UN Data Trade of goods, HS 1992, 38 Misc. chem. prod.)
La colofonia se obtiene principalmente del «rascado» de coníferas, de las cuales hay más de 110 especies. Pero es el pino común el que se utiliza principalmente como fuente para obtener la resina. El bálsamo que sale gota a gota de los árboles se recoge manualmente y la esencia de trementina que contiene se evapora. (véase: Wikipedia).
La colofonia se ha usado tradicionalmente como adhesivo y relleno. Hoy, se usa principalmente como aglutinante y secante («acelerador del secado») en pinturas y barnices y como taquificante («potenciador del efecto de adhesión») en adhesivos. La fabricación de resinas alquídicas es otro de sus usos principales. La industria de la electrónica también la utiliza como fundente en soldadura blanda. El uso más conocido es, probablemente, como un material de recubrimiento para las cerdas de los arcos de los instrumentos de cuerda. En estos casos, no se emplea la colofonia pura, sino que se le añaden diferentes aditivos.
La colofonia puede presentar todas las tonalidades de color, que van de un amarillo muy claro hasta un naranja muy oscuro, pasando por un amarillo intermedio. Su dureza también es muy variable. Cuanto más cantidad de los componentes volátiles de la resina se eliminen al destilar la esencia de trementina, más dura será la colofonia.
En estado sólido, es inodora o puede tener un ligero olor similar al de la trementina. La colofonia se disuelve en alcoholes, acetona, cloroformo, disulfuro de carbono y esencia de trementina.
La colofonia es una sustancia natural. Muchas sustancias naturales, como esta, son alérgenos de contacto. Debe evitarse a toda costa la inhalación de la colofonia en polvo, por ejemplo, al pulir acabados antiguos, y el contacto con la piel, por ejemplo, al pintar o pegar.
Dependiendo de la región y de las especies arbóreas, las coníferas productoras suministran colofonia de composiciones ligeramente diferentes. Por ejemplo, la proporción de ácido abiético y de ácido pimárico (los componentes principales de la colofonia) es diferente.
Esta composición diferente también implica un comportamiento químico ligeramente diferente y propiedades distintas, como la adherencia.
Le ayudamos a encontrar la colofonia adecuada y químicamente adaptada a su aplicación, tanto para acabados, adhesivos, tintas de impresión u otras aplicaciones especiales, como pastas de soldar, aceite de tung, pinturas naturales o lacres. Además, están disponibles resinas de bálsamo modificadas. En caso de que se necesite un color claro, Robert Kraemer ofrece colofonia clara hasta un determinado número de color (Gardner) <2. En especial para los adhesivos para suelos u otras aplicaciones en las que se requiera estabilidad de cristalización, están disponibles resinas de colofonia que proporcionan una solución estable que no tiende a la cristalización. Estas resinas también se conocen como colofonia NC (no cristalizante). Además, en nuestra gama de productos tenemos resina hidrogenada y desproporcionada.
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